Icod de los Vinos

En el pueblo montañés de Icod de los Vinos, en el norte de Tenerife, se encuentra uno de los monumentos de la isla: el “Drago Milenario”, un drago que tiene varios cientos de años. El árbol protegido en el Parque del Drago tiene 18 metros de altura y un diámetro de tronco de 20 metros. Se dice que “El Drago” posee propiedades místicas, en parte debido a la “sangre de dragón”: la savia de la planta que fluye a través de sus ramas se torna de un rojo intenso al entrar en contacto con el aire. Los habitantes indígenas consideraban al árbol una planta mágica y la utilizaban con fines medicinales y para la momificación de los muertos.

Tenerife es un paraíso para los entusiastas de la geología y los volcanes: cerca de Icod de los Vinos se encuentra el tubo volcánico Cueva del Viento. Se formó hace 27.000 años a partir de lava basáltica durante una erupción volcánica. El sistema de cuevas, con 18 kilómetros explorados, es reconocido como el quinto tubo de lava más grande del mundo; todas las cuevas volcánicas más grandes se encuentran en Hawái. Parte de la cueva está abierta a visitas guiadas.

Otras atracciones cercanas incluyen el mariposario Mariposario del Drago, la “Casa de los Plátanos” (Casa del Plátano) y la playa de lava Playa de San Marcos en el pequeño pueblo pesquero de San Marcos, a unos 3 km de Icod de los Vinos.

La palabra "Vinos" en el nombre del pueblo tiene su razón de ser: en esta región fértil hay terrazas de viñedos, y encontrarás una gran cantidad de bares de vino ("Bodegas") en Icod de los Vinos, muchos de los cuales también ofrecen catas.

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